Hoy cumple 55 años Pablo Bengoechea, uno de los últimos grandes capitanes y el emblema por excelencia del Segundo Quinquenio de Oro de Peñarol. Nacido en Rivera el 27 de junio de 1965, tiene inmortalizado como apodo «Profe». Una pegada exquisita y única.
Se formó futbolísticamente en Montevideo Wanderers y tuvo pasajes por Sevilla y Gimnasia. Sin embargo, sus puntos más altos en la carrera fueron con la Selección Uruguaya y con Peñarol. Con la celeste se consagró bicampeón de América, marcando goles en ambas finales, 1987 y 1995.
Con Peñarol, obtuvo de corrido los campeonatos de 1993 a 1997 (Quinquenio de Oro) más los títulos de 1999 y 2003, año en que se retiró. Ganador y goleador clásico nato, autor de conquistas importantísimas en partidos decisivos. Responsable de que Ladislao Mazurkiewicz mantuviera su invicto histórico.
Años más tarde, Bengoechea volvió al club, esta vez como entrenador. Obtuvo dos torneos cortos, perdió una final de Campeonato Uruguayo y fue injustamente despedido. La vida le dará revancha.
Único jugador que tiene una estatua en Los Aromos. Cuenta Pablo en varias entrevistas, que cuando el Cr. Damiani le contó sobre la iniciativa, Pablo, con su humildad, le dijo que parecía mucho y que habrían otros antes que él que lo merecían, a lo que el entonces presidente contestó: “Por alguien hay que empezar”.