En 1980, Washington Cataldi viajó a buscar a dos jugadores africanos, una rareza para la época. Y así fue como desembarcó en Peñarol el ghanés John Yawson, junto con los sudafricanos Abednigo «Shaka» Ngcobo y Ace Knomo.
“El futuro del fútbol está en África”, dijo el histórico presidente de Peñarol, quien buscaba el golpe de efecto de encontrar al “nuevo Spencer” al mismo tiempo que intentaba sacar el foco del hecho de haber perdido a Morena. La rareza es que Cataldi incorporó dentro del “paquete africano” a un “traductor”, el entrenador chileno Mario Tuani. Apodado “El Padrino”, garantizaba la posibilidad de entender a los africanos porque había estado trabajando 30 años en la Sudáfrica del Apartheid. De todas formas, su estadía en Peñarol fue corta, debido a los malos resultados.
Posteriormente, el pionero Yawson se convirtió en el primer ghanés en la historia del fútbol uruguayo y en el primer africano en jugar la Copa Libertadores. Debutó en la Copa el 6 de mayo de 1981, ya con Luis Cubilla como entrenador en un empate 0-0 contra Bella Vista en el Estadio Centenario.
El ghanés fue titular durante varios partidos y permaneció en el club hasta diciembre de 1981. Fue una novedad en tiempos en los que el fútbol africano no existía para el resto del mundo. Se lo recuerda como un puntero veloz y liviano, tratando de adaptarse a un juego complicado para alguien que venía de un fútbol tan distinto. Un adelantado, un pionero.